Comentario
El mundo moderno debe numerosas señas de identidad a la Edad Media. Las universidades, nuestros idiomas, las instituciones políticas y un largo etcétera hunden sus raíces en la época medieval que tan lejana parece al ser humano moderno. Sin embargo, aún podemos encontrar en algunos ámbitos rurales comportamientos y actitudes mentales más cercanas al mundo medieval que a la actualidad contemporánea. Por eso nos acercaremos a la vida cotidiana de esa gente para conocerla algo mejor. Observaremos su relación con la naturaleza y su dependencia del medio físico, el ritmo de vida -totalmente alejado del nuestro- y el día a día, sus relaciones con el mundo exterior, sus hábitos alimentarios, cómo asumían la muerte y el más allá o la importancia de la naciente vida urbana que se gesta en los nuevos espacios: las ciudades. La vida de los campesinos y las mujeres también serán motivo de nuestro estudio, sin olvidar a los clérigos y monjes o la existencia de las familias aristocráticas, sin renunciar a conocer el arte medieval. De esta manera, el recorrido por la Plena Edad Media será más cercano al ser humano, conociendo las acciones y los pensamientos de los hombres y las mujeres medievales.